Viernes Santo: No es un triste deber

POR FR. GREG BOYLE, S.J. | 10 de abril de 2020
Viernes Santo
Lecturas de hoy
Reflection in English

No hace falta decir que antes de que fuera Viernes Santo, fue el peor de todos los viernes. Sin embargo, Jesús no quiso que nos sumiéramos en una brutal y desoladora reconstrucción de ese día. Ya que de hecho, fue el amor lo que convirtió a la cruz en salvífica, y no su pura tortura. 

Viernes Santo

Parte de la tarea de todos nosotros en Homeboy Industries es “transformar nuestro dolor, en lugar de transmitirlo indefinidamente”. He visto integrantes de pandillas aceptar las cosas que oscurecieron sus vidas y salir a la luz del perdón y la misericordia. Grumpy es un violento miembro de una pandilla, quien a los 19, encontró una comunidad de cariño en Homeboy Industries. Aprendió a hacer amigos con sus considerables heridas y finalmente se familiarizó con su propia integridad…una compasión alegre y resiliente. Abandonó su hogar a los 9 años, y al poco tiempo se unió a una pandilla. Su madre lo torturaba…lo quemaba con cigarrillos; ponía su cabeza en el inodoro y tiraba la cisterna hasta casi ahogarlo; lo ataba como un animal en el jardín durante semanas. Huir de su casa a los 9 años era razonable. 

Ahora, Grumpy ama ser amoroso. Incluso ha logrado perdonar a su madre, quien padecía una enfermedad mental. 

Seguir a Jesús no es un triste deber. ¿Podemos simplemente amar ser afectuosos? El amor…hizo a la cruz salvífica. 

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