Domingo de Ramos: Frustración Santa, sobre el recuerdo de una rebelión

POR TERESA CARIÑO PETERSEN | 10 de abril de 2022
Lecturas de Hoy
Reflection in English

Mientras navegaba Instagram, me encontré con una imagen de una camiseta que decía “El primer Domingo de Ramos fue una rebelión.” Es apropiado, entonces, que lleguemos a la culminación de nuestro viaje cuaresmal, en frustración santa, comenzando con una rebelión. Como Martin Luther King, Jr. declaró, “una rebelión es el lenguaje de los no escuchados.”

Frustración Santa, sobre el recuerdo de una rebelión

La escena de hoy, donde Jesús entra a Jerusalén días antes de su crucifixión, proviene del evangelio de Lucas. Los biblistas contemporáneos están de acuerdo que la llegada de Jesús a Jerusalén, montando un burro fue un acto político, una amenaza para el gobierno imperial y el clericalismo. Su entrada sobre un animal, imita la de los desfiles que dan la bienvenida a los líderes militares a casa. Y la gente responde como tal. Agitan sus palmas como signo de victoria. Ponen sus capas en el suelo como señal de respeto. Y es esto, lo que nos indica la naturaleza revolucionaria de la procesión. La otra vez en la Biblia, donde colocan capas sobre el suelo antes de una procesión, fue cuando los líderes militares organizaron un golpe de estado para reclamar a Jehú, el legítimo Rey de Israel. La gente espera que Jesús sea este tipo de gobernante, que expulse a los romanos.

Sin embargo, montado en un burro, Jesús se muestra como una persona humilde que viene a la ciudad en paz. Su objetivo no es un golpe militar, sino una conversión hacia la paz. El pueblo ha sido forzosamente reducido, por la violencia de la opresión, durante demasiado tiempo.  Y se le ha hecho creer, erróneamente, que la única respuesta disponible es la violenta. Jesús es la encarnación de una imaginación ilimitada y una esperanza radical.

Hace dos semanas, la administración Biden anunció que pondrá fin, a la prohibición general de asilo de dos años conocida como Título 42. En lo que fue su segundo aniversario de la práctica de dicha política, Revolucionari@s Kino, un grupo organizado, formado por solicitantes de asilo que trabajan en la Iniciativa Kino para la Frontera en Nogales, Sonora, realizó una marcha pidiendo su fin. Si una  rebelión es el lenguaje de los no escuchados, estas mujeres organizadoras exigían ser escuchadas.

En febrero, tuve el privilegio de acompañar a un grupo de estudiantes a la Iniciativa Kino para la Frontera. Allí conocimos a una de las Revolucionarias, María del Rosario. Compartió los sueños que tenía para sus hijos. Quería que aprendieran a leer y tuvieran acceso a educación. Ella quería que tuvieran atención médica decente. Sobre todo, quería que sus hijos tuvieran la libertad de ser niños. Quería que pudieran jugar en las calles, más allá de las 4 de la tarde, sin la amenaza de la violencia. Ella quería que tuvieran la libertad de elegir quiénes quieren ser cuando crezcan, no entre la muerte o trabajar para los cárteles. María y su familia hicieron el peligroso viaje a través del desierto y a la frontera entre Arizona y México porque sabía que la violencia no era la única opción.

Así que entramos en la Semana Santa con nuestra frustración santa en el recuerdo de un disturbio. Agitamos nuestras ramas y doblamos nuestras palmas en cruces y se nos recuerda que esos silenciados exigen ser escuchados y que nuestro destino es la paz.

0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *