En la tradición católica, la novena es una antigua tradición de oración que consiste en rezar con una intención concreta durante nueve días.
A través de esta novena por la justicia racial, se invita a los jesuitas y la comunidad católica en general a unirse en oración durante nueve días, siguiendo el ejemplo de los santos católicos y siervos de Dios que nos han dado testimonio y ejemplo en nuestro trabajo por la justicia racial.
¿Por qué les pedimos a los santos que intercedan?
En la tradición católica, existe el concepto de “la comunión de los santos”, que hace referencia a la comunidad de gente santa, tanto viva como muerta, a la que con frecuencia le pedimos que interceda o rece por nosotros en tiempos difíciles. En esta novena por la justicia racial, apelamos a esta tradición solicitando las oraciones de los santos y siervos de Dios que han fallecido para ayudarnos a obtener las gracias necesarias para perseverar en nuestro trabajo interno y externo por la justicia racial.
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Día 1
Comenzamos nuestra novena (9 días de oración por la justicia racial) pidiendo la gracia para poder participar de la visión de Dios de un mundo donde se respete la libertad de todas las personas y la fortaleza para llevar a cabo el trabajo que nos acerque a esa visión.
Dios bondadoso y misericordioso, que nos creaste por amor, gracias por el don de la vida y la comunidad. Gracias por el don de la capacidad para reconocer la injusticia y por el deseo de trabajar por la justicia racial para que todas las personas puedan disfrutar de igual modo del don de la vida. Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Muéstrame las partes de mi corazón, mente y alma que deseas que transforme o fortalezca para amar mejor a Tu pueblo.
San Ignacio de Loyola, te pedimos que intercedas y nos alcances de Dios la gracia para discernir las formas en que se nos llama a cambiar nuestros corazones, mentes y almas para construir un mundo más justo.
San Ignacio de Loyola, reza por nosotros.
Santa Katharine Drexel, reza por nosotros.
San Martín de Porres, reza por nosotros.
San Pedro Claver S.J., reza por nosotros.
Venerable Teresa Chikaba, reza por nosotros.
Venerable María Lange, reza por nosotros.
Venerable Zeinab Alif (María Giuseppina Benvenuti), reza por nosotros.
Venerable Augustine Tolton, reza por nosotros.
Sierva de Dios, Thea Bowman, reza por nosotros.
Recen por nosotros, hombres y mujeres santos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acerca de
San Ignacio de Loyola
San Ignacio nació en una familia de la nobleza menor en la región vasca del norte de España. Era vanidoso y aspiraba a conseguir honor y fama. Todo eso comenzó a cambiar un día en la primavera de 1521. Ignacio tenía 30 años de edad en ese momento y era oficial del ejército español. Cuando dirigía a sus soldados a una batalla contra los franceses que de seguro iban a perder, lo hirió una bola de cañón en la pierna. Durante una difícil recuperación (cojearía por el resto de su vida), Ignacio encontró y leyó un libro sobre la vida de Cristo y biografías de los santos que halló inesperadamente fascinantes. San Ignacio siempre había soñado con emular actos heroicos, pero ahora los héroes tenían nombres como Francisco de Asís y Catalina de Siena. Ignacio también notó que le ocurría algo extraño. Se dio cuenta de que Dios estaba obrando dentro de él: animándolo, guiándolo, invitándolo. Al hacer múltiples viajes, también se percató de que Dios obrara de forma similar en las vidas de todas las personas, en los eventos cotidianos del mundo.
Estas experiencias serían el comienzo de la espiritualidad ignaciana y el ministerio jesuita. Cuando estaba en París, Ignacio juntó a su alrededor algunos amigos o “compañeros”, como se los llegó a conocer. Juntos, tomaron votos religiosos en 1534 y se autodenominaron Compañía de Jesús. Seis años más tarde, el papa aprobó esta orden de manera oficial. Los primeros jesuitas se expandieron a las metrópolis de Europa y más allá. Lo hicieron siguiendo instrucciones de Ignacio, su líder en Roma, de que “buscaran la mayor gloria de Dios” y el bien de la humanidad. Se dedicaron al cuidado de las almas, a ayudar a la gente a discernir la presencia de Dios en sus vidas. Ignacio de Loyola quería que los jesuitas a su cargo y todo el mundo salieran a “encontrar a Dios en todas las cosas”. Murió en 1556, un 31 de julio, el día en que se celebra su festividad en la Iglesia católica.
Día 2
Santa Katharine Drexel es la santa patrona católica de la justicia racial. Hoy pedimos la fuerza para dejar atrás la comodidad y tomar riesgos audaces para transformar nuestras vidas en pos de la justicia racial, como ella lo encarnó en vida propia.
Dios benévolo y amoroso, Te agradecemos por los ejemplos de hombres y mujeres santos que luchan incansablemente por la justicia. Santa Katharine Drexel, santa patrona de la justicia racial, dinos, “(Jesús) amaba a cada persona como imagen de Dios”. Permítenos seguir su ejemplo para amar a cada persona valientemente como Tu imagen.
Santa Katharine Drexel, te pedimos que intercedas y nos alcances de Dios la gracia para dejar atrás la comodidad y buscar lo que es justo, para liberar al pueblo de Dios del pecado de la supremacía blanca y la anti-negritud.
San Ignacio de Loyola, reza por nosotros.
Santa Katharine Drexel, reza por nosotros.
San Martín de Porres, reza por nosotros.
San Pedro Claver S.J., reza por nosotros.
Venerable Teresa Chikaba, reza por nosotros.
Venerable María Lange, reza por nosotros.
Venerable Zeinab Alif (María Giuseppina Benvenuti), reza por nosotros.
Venerable Augustine Tolton, reza por nosotros.
Sierva de Dios, Thea Bowman, reza por nosotros.
Recen por nosotros, hombres y mujeres santos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acerca de
Santa Katherine Drexel
Santa Katharine Drexel nació en Filadelfia, Pensilvania, el 26 de noviembre de 1858, en una familia acomodada. Sin embargo, habiendo viajado a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos, estaba al tanto de las difíciles circunstancias que enfrentaban los nativos americanos y afroamericanos en todo el país.
En 1889, Drexel se inició en la vida religiosa como novicia bajo la tutela de las Hermanas de la Misericordia en Pittsburgh, Pensilvania. Con la ayuda de algunas otras monjas, fundó las Hermanas del Santísimo Sacramento para Indios y Personas de Color (más tarde conocida simplemente como Hermanas del Santísimo Sacramento). La orden usaría la fortuna de Drexel para financiar su trabajo, que hacía hincapié en crear y administrar escuelas para niños nativos americanos en el sudoeste y niños afroamericanos en el sudeste. Drexel fundó una escuela secundaria para afroamericanos en Nueva Orleans, Luisiana, en 1915. Diez años más tarde, la institución se transformó en Xavier University.
La orden de Drexel tenía más de 500 miembros al momento de su muerte en 1935. Con su ayuda, las Hermanas del Santísimo Sacramento habían inaugurado 145 misiones, 49 escuelas primarias y 12 escuelas secundarias. Hoy en día, la orden continúa su trabajo misionero y educativo.
Día 3
San Martín de Porres es el santo patrono católico de las relaciones raciales y la justicia social. Siguiendo su ejemplo, hoy pedimos abrir los ojos a las realidades del racismo y pobreza sistemáticos y cíclicos en nuestra sociedad.
Dios amable y admirable, gracias por el ejemplo del profundo compromiso de San Martín de Porres con la justicia social. Infunde en nuestros corazones el mismo amor para compartir nuestros dones y talentos en caridad y solidaridad con quienes más lo necesitan hoy, en especial al servicio del trabajo para la justicia racial. Ayúdanos a ser generosos con nuestra bondad y compañerismo en ese trabajo.
San Martín de Porres, te pedimos que intercedas y nos alcances de Dios la gracia para acompañar a los que sufren a causa del racismo y la pobreza sistemáticos y cíclicos, como tú lo hiciste a lo largo de tu vida.
San Ignacio de Loyola, reza por nosotros.
Santa Katharine Drexel, reza por nosotros.
San Martín de Porres, reza por nosotros.
San Pedro Claver S.J., reza por nosotros.
Venerable Teresa Chikaba, reza por nosotros.
Venerable María Lange, reza por nosotros.
Venerable Zeinab Alif (María Giuseppina Benvenuti), reza por nosotros.
Venerable Augustine Tolton, reza por nosotros.
Sierva de Dios, Thea Bowman, reza por nosotros.
Recen por nosotros, hombres y mujeres santos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acerca de
San Martín de Porres
San Martín de Porres fue el hijo de una mujer liberada de Panamá y un noble español de Lima, Perú. Después del nacimiento de una hermana, el padre abandonó a la familia y Martín quedó sumido en la pobreza. Cuando tenía 12 años, su madre lo envió a ser aprendiz de un barbero-cirujano. Martín aprendió a cortar el pelo y también a extraer sangre (un tratamiento médico convencional en esa época), tratar heridas y preparar y administrar medicamentos.
Martín luego se convirtió en un hermano laico dominico y siguió cuidando a los enfermos y ayudando a los pobres. Atendía a toda la gente sin importarle su color, raza o posición social. Tuvo un papel clave en la fundación de un orfanato, cuidó de gente esclava traída de África y administró las limosnas diarias del priorato de manera práctica y generosa. Martín también se convirtió en un formidable recaudador de fondos y obtuvo miles de dólares para dotes de chicas pobres, que así pudieron casarse o entrar a un convento.
Es el santo patrono de los afroamericanos, los barberos, los peluqueros, las relaciones de raza, la radio y la justicia social.
Día 4
San Pedro Claver es el santo patrono de la justicia racial. Dedicó su vida al servicio de las víctimas de la trata de esclavos en el Caribe. Pedimos la gracia para seguir su ejemplo y priorizar a los más maltratados y desatendidos en nuestro trabajo por la justicia.
Dios misericordioso y todopoderoso, gracias por el ministerio de San Pedro Claver S.J. al servicio de las víctimas de la esclavitud. Haz que nosotros también podamos aprovechar las oportunidades de apoyar y cuidar a aquellos que sufran vulnerabilidad, marginalización, trauma, opresión y agotamiento a causa de los sistemas injustos actuales.
San Pedro Claver S.J., te pedimos que intercedas y nos alcances de Dios la gracia para ver la verdadera dignidad de todas las personas y sentir en nuestros corazones compasión por los demás, tanto en actos de caridad, ocupándonos de necesidades inmediatas, como para la justicia, desafiando y transformando sistemas que son la causa de la injusticia y la opresión.
San Ignacio de Loyola, reza por nosotros.
Santa Katharine Drexel, reza por nosotros.
San Martín de Porres, reza por nosotros.
San Pedro Claver S.J., reza por nosotros.
Venerable Teresa Chikaba, reza por nosotros.
Venerable María Lange, reza por nosotros.
Venerable Zeinab Alif (María Giuseppina Benvenuti), reza por nosotros.
Venerable Augustine Tolton, reza por nosotros.
Sierva de Dios, Thea Bowman, reza por nosotros.
Recen por nosotros, hombres y mujeres santos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acerca de
San Pedro Claver
Oriundo de España, el joven jesuita Pedro Claver abandonó para siempre su tierra natal en 1610 para convertirse en misionero en las colonias del Nuevo Mundo. Navegó a Cartagena de Indias, una rica ciudad portuaria y centro principal de la trata de esclavos. Fue ordenado allí en 1615. La trata de esclavos continuó floreciendo, a pesar de que el papa Pablo III condenara esta práctica y de que, más tarde, el papa Pío IX la tildara de “villanía suprema”.
Tan pronto como el barco de esclavos llegaba al puerto, Pedro Claver iba a la infestada bodega para atender a los pasajeros maltratados y agotados. Claver les llevaba medicamentos, comida, pan, brandi, limones y tabaco. Con la ayuda de intérpretes, les impartía enseñanzas básicas a sus hermanos y hermanas y les explicaba tanto su dignidad humana como el amor de Dios. El trabajo apostólico del padre Claver iba más allá de su cuidado de la gente esclava. Se convirtió en una verdadera fuerza moral: el apóstol de Cartagena. Predicó en la plaza de la ciudad y llevó a cabo misiones para marineros y comerciantes, al igual que misiones en el campo, en las cuales evitaba, de ser posible, que lo recibieran los plantadores y propietarios, y se alojaba en las habitaciones de los esclavos.
Tras cuatro años de enfermedad, Claver murió el 8 de septiembre de 1654.
Día 5
La Venerable Teresa Chikaba fue secuestrada y esclavizada en España. Tras obtener su libertad, se convirtió en hermana dominica, a pesar de enfrentar racismo constante por parte de los líderes católicos. Haz que tengamos la fortaleza para denunciar el pecado del racismo en la Iglesia católica.
Dios generoso y fiel, gracias por el ejemplo de perseverancia que vemos en la Venerable Teresa Chikaba. Haz que podamos imitar su compromiso con nuestra fe denunciando el serio pecado del racismo en la Iglesia católica y en cualquier institución que históricamente se haya beneficiado de la opresión de la gente negra y que lo siga haciendo en el presente. Haz que podamos mostrar perseverancia como ella en nuestro trabajo para construir una Iglesia y una sociedad que rechacen el pecado del racismo.
Venerable Teresa Chikaba, te pedimos que intercedas y nos alcances de Dios la gracia para perseverar frente a la opresión y a la supremacía blanca.
San Ignacio de Loyola, reza por nosotros.
Santa Katharine Drexel, reza por nosotros.
San Martín de Porres, reza por nosotros.
San Pedro Claver S.J., reza por nosotros.
Venerable Teresa Chikaba, reza por nosotros.
Venerable María Lange, reza por nosotros.
Venerable Zeinab Alif (María Giuseppina Benvenuti), reza por nosotros.
Venerable Augustine Tolton, reza por nosotros.
Sierva de Dios, Thea Bowman, reza por nosotros.
Recen por nosotros, hombres y mujeres santos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acerca de la
Venerable Teresa Chikaba
La Venerable Teresa Chikaba fue una princesa de Guinea a quien marineros españoles secuestraron y vendieron como esclava. Intentó ingresar a un convento a principios del siglo XVIII, pero no se lo permitieron debido a su raza. Finalmente, el convento de las Hermanas Dominicas de la Tercera Orden de Santa María Magdalena la aceptó. Sin embargo, el obispo solo le permitiría ser una criada del convento. Tras conseguir la bendición del obispo varios años más tarde, la aceptaron plenamente como hermana dominica profesa.
Teresa murió el 6 de diciembre de 1748. Se la conoció por cómo cuidaba de los pobres, los enfermos y los abatidos. Sus actos de caridad, sus experiencias místicas y su fama como sanadora y obradora de milagros hicieron que, poco después de su muerte, su orden encargara dos retratos de ella para que la veneraran localmente.
Día 6
La Venerable María Lange fue la fundadora de las Hermanas Oblatas de la Providencia, la primera orden religiosa en los Estados Unidos para mujeres negras, que se ocupaba del empoderamiento y la educación de mujeres y niños negros. Haz que, como ella, seamos incansables en nuestro trabajo por la equidad racial.
Dios justo y misericordioso, Te agradecemos por el ejemplo de la madre María Lange, cuyo liderazgo y coraje empoderaron y le brindaron educación a las mujeres y niños negros. Haz que el Espíritu Santo guíe nuestros dones, talentos y humildad para seguir sus pasos y así generar nuevas oportunidades de activismo, inclusión, equidad y creación de espacios que hagan hincapié en los negros, en especial en la Iglesia católica.
Venerable María Lange, te pedimos que intercedas y nos alcances de Dios la gracia para pasar de la compasión a la acción.
San Ignacio de Loyola, reza por nosotros.
Santa Katharine Drexel, reza por nosotros.
San Martín de Porres, reza por nosotros.
San Pedro Claver S.J., reza por nosotros.
Venerable Teresa Chikaba, reza por nosotros.
Venerable María Lange, reza por nosotros.
Venerable Zeinab Alif (María Giuseppina Benvenuti), reza por nosotros.
Venerable Augustine Tolton, reza por nosotros.
Sierva de Dios, Thea Bowman, reza por nosotros.
Recen por nosotros, hombres y mujeres santos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acerca de la
Venerable María Lange
Los padres de Elizabeth Clarisse Lange eran refugiados que huyeron a Cuba de la revolución que estaba ocurriendo en su Saint Domingue natal. A principios del siglo XIX, la joven Elizabeth abandonó Santiago, Cuba, para buscar paz y seguridad en los Estados Unidos. Se asentó en Baltimore, Maryland, donde un gran número de refugiados católicos de habla francesa provenientes de Saint Domingue echaban raíces en ese momento. Allí, utilizó su propio dinero y su hogar para educar a los niños refugiados. En 1829, fundó la orden de las Hermanas Oblatas de la Providencia, una sociedad de religiosas afroamericanas, ya que las mujeres afroamericanas no tenían ninguna otra opción para convertirse en hermanas católicas. Estas mujeres se comprometieron a educar a los niños afroamericanos católicos y no católicos. También atendían a los huérfanos, a pacientes con cólera y a los ancianos.
Para 1860, las hermanas oblatas enseñaban en todas las escuelas para niños “de color” de Baltimore: St. Frances Academy, St. Joseph’s School for Boys y St. Michael’s. A lo largo del siglo XX, se fundaron escuelas oblatas en 15 estados de los Estados Unidos. Nos han dado testimonio durante períodos de lucha social a través de la participación activa por más de 200 años, brindando servicio continuo en escuelas, centros de cuidados de día y programas de extensión y catequesis que abarcan todas las edades. Proporcionan servicios sociales y pastorales a todos los grupos étnicos.
Día 7
La Venerable Zeinab Alif fue secuestrada y esclavizada en Italia, y luego rescatada y asignada a un convento. Posteriormente, se convirtió en hermana religiosa, a pesar de la opresión durante la fase anticatólica de Italia. Haz que, como ella, podamos trabajar por la justicia, incluso enfrentando la opresión.
Dios bondadoso y tenaz, Te agradecemos el don de la Venerable Zeinab Alif, a quien secuestraron cuando era niña en Sudán para convertir en esclava. El padre Nicolo Olivieri la liberó en Italia, donde continuó sufriendo opresión y racismo. Tomó votos religiosos en secreto debido a la animadversión contra los católicos en Italia.
Venerable Zeinab Alif, te pedimos que intercedas y nos alcances de Dios las gracias y favores que pedimos a través de ti. Haz que se nos conceda la gracia de trabajar incansablemente por la justicia racial, especialmente enfrentando la anti-negritud y la supremacía blanca, como tú que seguiste tu vocación enfrentando la opresión.
San Ignacio de Loyola, reza por nosotros.
Santa Katharine Drexel, reza por nosotros.
San Martín de Porres, reza por nosotros.
San Pedro Claver S.J., reza por nosotros.
Venerable Teresa Chikaba, reza por nosotros.
Venerable María Lange, reza por nosotros.
Venerable Zeinab Alif (María Giuseppina Benvenuti), reza por nosotros.
Venerable Augustine Tolton, reza por nosotros.
Sierva de Dios, Thea Bowman, reza por nosotros.
Recen por nosotros, hombres y mujeres santos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acerca de la
Venerable Zeinab Alif
La Venerable Zeinab Alif (hermana María Giuseppina Benvenuti) nació alrededor de 1845 en Sudán. La secuestraron esclavista cuando era niña y finalmente la rescató el siervo de Dios Nicolas Olivieri (quien había fundado una orden para salvar a los africanos de la esclavitud). Nicolás Olivieri llevó a Zeinab y a otras niñas que había rescatado a un viaje para conocer al santo padre, después de lo cual se asignó a estas niñas a un convento de monjas clarisas. Zeinab fue bautizada poco tiempo después, cuando tenía aproximadamente diez años, y se quedó en el monasterio para continuar su formación y desarrollar, en especial, su habilidad como organista. Poco a poco, descubrió que tenía vocación religiosa, pero el Reino de Italia estaba atravesando un período anticatólico, durante el cual era ilegal que las comunidades religiosas aceptaran nuevos votos. Zeinab esperó pacientemente hasta que el obispo le permitió tomar votos secretos en 1876, tras lo cual llevó los hábitos bajo su ropa de civil. Finalmente, pudo llevar a cabo su vocación abiertamente y la eligieron abadesa. Justo antes de morir, a la edad de 80 años, prometió enviar una señal al entrar en el cielo. El día después de su muerte, la campana del convento comenzó a sonar sin que nadie la tocara y las hermanas se alegraron de que la madre María Guiseppina estuviera con Jesús.
Día 8
El venerable Augustine Tolton escapó de la esclavitud y se convirtió en el primer sacerdote negro en los EE. UU. Dedicó su vida a prestar servicio en parroquias católicas de comunidades negras. Haz que se nos conceda la gracia de comprometernos con nuestras comunidades locales en nuestro trabajo por la justicia racial.
Dios todopoderoso, Te agradecemos por el don del venerable Augustine Tolton, quien escapó de la esclavitud y se convirtió en el primer sacerdote negro de los Estados Unidos. Haz que nos inspire su confianza para llevar a cabo la obra ministerial y pastoral del reino de Dios en las parroquias católicas de la comunidad negra, a pesar de enfrentarnos con frecuencia al racismo generalizado en la Iglesia católica.
Venerable Augustine Tolton, te pedimos que intercedas y nos alcances de Dios la gracia de la confianza constante en la realización de la voluntad de Dios, así como la gracia de comprometernos a trabajar diligentemente por la equidad racial en nuestras parroquias, escuelas y comunidades locales.
San Ignacio de Loyola, reza por nosotros.
Santa Katharine Drexel, reza por nosotros.
San Martín de Porres, reza por nosotros.
San Pedro Claver S.J., reza por nosotros.
Venerable Teresa Chikaba, reza por nosotros.
Venerable María Lange, reza por nosotros.
Venerable Zeinab Alif (María Giuseppina Benvenuti), reza por nosotros.
Venerable Augustine Tolton, reza por nosotros.
Sierva de Dios, Thea Bowman, reza por nosotros.
Recen por nosotros, hombres y mujeres santos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acerca del
Venerable Augustus Tolton
Augustus John Tolton, también conocido como Augustine, nació el 11 de abril de 1854. Sus padres fueron Martha Jane Chisley y Peter Paul Tolton, ambos esclavizados en plantaciones vecinas cerca de Brush Creek, Misuri.
Según las conjeturas de sus dueños, ambos padres fueron bautizados y se criaron en el catolicismo. Después de que comenzara la Guerra Civil, Peter se alistó en el Ejército de la Unión y murió en un hospital de St. Louis. Cuando Augustus tenía nueve años, Martha escapó de la esclavitud y la familia cruzó el Río Misisipi para llegar a Quincy, Illinois.
Tras recibir educación privada de parte de sacerdotes locales cuando las universidades católicas no lo admitían, en 1878 entró a la Orden Franciscana de Saint Francis College, actualmente conocida como Quincy University, y ayudó a fundar la escuela Saint Joseph School para niños negros. La escuela fue un éxito a pesar de la oposición de los residentes blancos. Tras su ordenación, se lo asignó a su diócesis local como pastor de la iglesia negra de Saint Joseph en Quincy. Bajo el liderazgo de Tolton, la iglesia creció hasta colmar su capacidad y atrajo también a feligreses blancos. Esto provocó la ira de un líder eclesiástico que intimó a Tolton a que solo predicara a miembros negros o se fuera.
En 1889, Tolton solicitó que lo reasignaran a Chicago, donde se trasladó acompañado por su madre, su hermana y 19 de sus feligreses de Quincy. En Chicago, Tolton se convirtió en pastor de una parroquia exclusivamente negra de 30 miembros que se habían estado reuniendo en instalaciones provisorias. Tolton la rebautizó como Saint Monica’s Chapel y la inauguró inicialmente en un negocio reconvertido en iglesia. Esta iglesia creció hasta tener 600 feligreses negros y blancos.
El hermano Augustine Tolton murió el 9 de julio de 1897 a la edad de 43 años.
Día 9
La hermana Thea Bowman dedicó su vida a derribar barreras culturales y raciales que llevaban a la opresión, la desconfianza, el odio y la división, usando canciones, sermones, oraciones e historias. Haz que podamos usar nuestros dones y creatividad en nuestro trabajo por la justicia racial.
Dios hermoso y magnífico, Te agradecemos por el don de la hermana Thea Bowman. Su trabajo para derribar las barreras culturales y raciales nos muestra cómo trabajar para buscar equidad, paz y reconciliación en tiempos de ignorancia e intolerancia.
Sierva de Dios, Thea Bowman, te pedimos que intercedas y nos alcances de Dios las gracias y favores que pedimos a través de ti, en especial la gracia de derribar las barreras en nuestra Iglesia y sociedad, y de usar nuestros dones, talentos y creatividad para hacerlo.
San Ignacio de Loyola, reza por nosotros.
Santa Katharine Drexel, reza por nosotros.
San Martín de Porres, reza por nosotros.
San Pedro Claver S.J., reza por nosotros.
Venerable Teresa Chikaba, reza por nosotros.
Venerable María Lange, reza por nosotros.
Venerable Zeinab Alif (María Giuseppina Benvenuti), reza por nosotros.
Venerable Augustine Tolton, reza por nosotros.
Sierva de Dios, Thea Bowman, reza por nosotros.
Recen por nosotros, hombres y mujeres santos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acerca de la
hermana
Thea Bowman
Thea Bowman was born in 1937, in Canton, Mississippi. As a child she converted to Catholicism through the inspiration of the Franciscan Sisters of Perpetual Adoration, and the Missionary Servants of the Most Holy Trinity, who were her teachers and pastors. These religious communities nurtured her faith and greatly influenced her religious vocation. She additionally learned from family members, and those in her community, about coping mechanisms and survival skills, that proved essential as she navigated through the horrid experiences of blatant racism, segregation, inequality, and the struggle for Civil Rights in her native Mississippi. At an early age, Thea was exposed to the richness of her African-American culture and spirituality, most especially the history, stories, songs, prayers, customs and traditions.
In the 1960s, The United States was confronted by the quest for justice and racial equality for all Americans. This led to a transformation for Sister Thea Bowman, both spiritually and culturally. The liturgical renewal of the Second Vatican Council encouraged Sister Thea to rediscover her African-American religious heritage and spirituality. She emphasized that cultural awareness had, as a prerequisite, intentional mutuality. She was eager to learn from other cultures, but also wanted to share the abundance of her African-American culture and spirituality. Sister Thea became a highly acclaimed evangelizer, teacher, writer, and singer sharing the joy of the Gospel and her rich cultural heritage throughout the nation.