Segundo Domingo de Cuaresma: Las Voces Silenciadas Que Dios Escucha
Yo no creo en un dios que exige la obediencia incuestionable ni el sacrificio de niños – sean los suyos o los de los pobres. Yo no creo en un dios que prueba a quienes ama. En cambio, yo creo en el Dios que siempre toma el lado de las víctimas.