La carta al Congreso
Estimado miembro del Congreso:
Le escribimos hoy como miembros de la red nacional de instituciones jesuitas e inspirados por el liderazgo profético y mundial del Papa Francisco.
Este mes el Papa Francisco realizará su primera visita oficial a México, la cual incluye una visita histórica a la frontera de Estados Unidos y México. Su presencia allí pondrá en primer plano la violencia, la extrema pobreza y las violaciones de los derechos humanos que han forzado a tantas personas a huir de sus hogares en búsqueda de seguridad y de libertad en el extranjero. La visita del papa a la zona fronteriza servirá para recordarle a los Estados Unidos la inherente dignidad de 11 millones de personas que viven indocumentadas en nuestro país. Estos individuos son nuestros vecinos, son personas que hacen contribuciones inestimables a nuestra economía y a nuestras comunidades quienes, sin embargo, se ven forzadas a vivir a la sombra de la sociedad.
En solidaridad con el Papa Francisco, le pedimos que se comprometa a utilizar políticas humanas que respondan a las realidades de nuestro hemisferio. Le exhortamos a apoyar acciones legislativas que:
- Utilicen para bien la influencia de los Estados Unidos en México y en Centro América, insistiendo en la protección de los derechos humanos, la rendición de cuentas, un buen gobierno, mecanismos contra la corrupción y normas justas para el comercio y para el campo laboral.
- Aseguren que la política de los Estados Unidos respete el derecho a la unidad familiar, lo que constituiría un gran paso hacia la reforma de nuestro sistema migratorio que no funciona adecuadamente;
- Pongan fin al apoyo de Estados Unidos a las interceptaciones de centroamericanos que huyen de la violencia y pídanle a México que cumpla con sus obligaciones nacionales e internacionales hacia los refugiados;
- Pongan fin a la militarización fronteriza y a las medidas inhumanas en el control de la inmigración, incluyendo las recientes redadas a nivel nacional realizadas por el gobierno de Obama, las cuales han perjudicado a niños y a familias vulnerables.
De acuerdo a la tradición jesuita de prestar servicios a los más necesitados, le invocamos a responder a la acción histórica del Papa Francisco para trabajar por políticas migratorias que respeten los derechos y la dignidad tanto de inmigrantes como de refugiados.