Sábado de Semana Santa: El Día en Medio

POR JOANNA WILLIAMS | 30 de marzo de 2024
Lecturas de hoy
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Es un día que oscila entre la oscuridad y la luz, la esperanza y la desesperación. Un día de fe como el de Abraham cuando subía la montaña con Isaac, lidiando con una mezcla de miedo y determinación, obediencia y esperanza. Un día que nos resuena mucho desde nuestro punto de vista aquí en la frontera. Es un día que es ni de aquí ni de allá.

Como María, la mamá que se sienta en nuestra sala de espera en Iniciativa Kino. Está apenas asimilando el limbo en el que se encuentran ella y su esposo mientras esperan en Nogales, México, con la esperanza de acceder a algún camino hacia la estabilidad y la seguridad en Estados Unidos. Espera con ansias la esperanza de una nueva vida. Pero también está en medio de la incertidumbre del Sábado Santo, lamentando el hecho que tuvo que dejar atrás a sus hijos, afrontando los ritmos cotidianos de su vida actual en la que apenas logra ubicar la ruta de camión en la ciudad. Todos los detalles que antes eran sencillos son diez veces más difíciles de cuando estaba en su ciudad natal.

María se pregunta cómo avanzar mientras se encuentra al borde, en la frontera, de una manera muy parecida a lo que los seguidores de Jesús debieron haberse preguntado ese primer Sábado Santo. Ella y nosotros y quizás ellos elijan centrarse en lo que es posible en un día tan incierto. María viene a Kino para buscar zapatos de trabajo para su esposo y almuerzo para llevarlos al sitio de construcción donde él acaba de conseguir un trabajo. Abrimos nuestras puertas para darle la bienvenida y escucharla mientras estamos con ella en la incertidumbre. En esos actos de obediencia y fidelidad nos aferramos al vislumbre de luz de la resurrección.

Pregunta para la reflexión:

¿De qué maneras puedo seguir fielmente la invitación de Dios incluso cuando no estoy seguro de la resurrección?